martes, 27 de junio de 2017

EL RÍO DEL OLVIDO de Julio Llamazares

El río Curueño con su leyenda y el Porma unidos en Ambasaguas, nos ha llevado a desear recorrer sus riberas, atravesar sus puentes, romanos, moriscos o medievales..... para mí leyenda de odio, de egoísmo, de desamor, para otras, de amor intenso, nos incita, nos llama a visitar los ya restos de aquellas aldeas que poblaban sus orillas, de visitar sus ruinas, como voces silenciosas de un pasado que entre piedras y pizarra claman al viento, al Sol, a la nieve que les aísla en el invierno, para no caer en EL RÍO DEL OLVIDO.
Sorprendente lo que se relata a cerca de los rojos, que al saber que se acercaban los nacionales y antes de huir a los montes obligaban a todos los aldeanos a partir también y quemaban las casas para que no se las apropiasen, pero en Redilluera una mujer de 98 años les hizo frente a los rojos para no abandonar su vivienda, y desde un ventanuco cuando aquellos iban a prenderle fuego les disparó con una escopeta una vez tras otra hasta que desistieron y se marcharon, María González Cañón, que ese era su nombre, falleció el 6 de noviembre de 1946 a la edad de 108 años. En 1981 aun se conservaba su tumba con flores frescas.
Las damas o féminas son las heroínas de éste libro entre ellas La Dama de Arintero, que haciéndose pasar  por hombre batalló en la guerra en sustitución de su padre, terminando con honores aunque se cuenta que fue descubierta porque en una contienda quedósele un pecho al descubierto.
Tranquilo, sereno, relajado, lo he leído con lentitud, así es este libro, para captar en mi interior, aunque se trate de un viaje hacia el exterior, el maravilloso contenido de un pasado que ya no volverá, donde la sencillez y contemplar el paso del tiempo sin prisas, sin aspavientos, era el lema de aquellas gentes, lo que yo clasificaría de simplemente VIVIR.