Me ha sorprendido la narrativa por ser impecable, digna del mejor nobel, que la hace convertirda en posesía que brota del corazón. Es probable que la historia fuese una experiencia vivida por la propia autora en sus comienzos de maestra de pueblo.
Nos cuenta, como María, una maestra llegada a una aldea de Las Alpujarras, en su afan de integrarse con sus gentes, enlutadas, solitarias y taciturnas, busca la amistad de Matilde, viuda y sanadora a través del ocultismo, del mal de ojo y demás, y la de Elsa, licenciada en filosofía y letras, refugiada en la aldea huyendo aquejada del mal de amores que le produjos su casual encuentro con Agustin Valdes.
María fue requerida a casa de Matilde debido a su nombre, ya que para el conjuro de los espiritus eran necesarias tres "Marias", fue como conocio a Elsa, implicandose en la historia de amor de esta, que a veces dudaba si era real o imaginaria, historia que rondaba la locura, y que sin deseos de vivir ante un amor incomprendido y no correspondido, la llevó a la muerte.
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