viernes, 14 de agosto de 2020

El Tesorero de la Catedral de Luis Enrique Sánchez.

La ambición predominaba dentro de Don Pedro, al igual que su perversidad, también se le puede denominar como egoista, se creía dueño de todos, acumulaba riquezas sin ser cosciente de que no se las llevaría al más allá. Promiscuo sexualmente, una "joyita vamos", ignoro si el tal tesorero existió en realidad, pero tengo la certeza que como él han existido y existen muchas personas, sobre todo, personalidades. Ocultaba sus origenes judios, de ahí su temor a que en Córdoba se constituyese el tribunal Inquisidor, celebraba los viernes sus reuniones clandestinas. Las útimas palabras de la madre de Diego con relacióm al tesorero sembraron en mí la duda de si hacía referencia a que era su padre, del cual no se ha hablado, o bien a que ella sabía que era judío converso.
Admirable la personalidad de Diego, ese modo de intentar que todo fuese calma, paz, sosiego.
Muchas palabras que eran usadas en aquella época y cuya definición desconocía, gracias al glosario resulta su lectura más comprensiva.