Cuando comenzamos una lectura, hay libros que la tienen amena, otros no tanto, pero si es cierto que todos ellos aportan algo a nuestra vida, en este yo he aprendido, que lo que creia una reciente tegnología, no lo era tanto, que las películas en 3D no son de nuestro tiempo, por el contrario datan ya de un siglo, junto a esas gafas mágicas para verlas.
O frases dignas de meditar, como la que aparece en la pag. 221: "- Pensar por pensar no sirve si no se enteran los demás. Las ideas han de divulgarse para cambiar el mundo".
Francisco, el menor de dos hermanos, hijos de un republicano, es el protagonista de la historia en plena posguerra, sin necesidades económicas, su tío Valerio hermano de la madre, se ocupa de su educación, intentando apartarlos de las ideas republicanas desde la infancia, les proporciona becas y van de un colegio a otro siempre de los regentados por la casta sacerdotal, y aunque no se habla de abusos sexuales, si se habla de tocamientos a los niños por parte de los sacerdotes, aquellos por su parte se sienten culpables y en pecado; hasta la universidad, allí, Augusto, el hermano mayor, se vuelve rebelde, comienza a cuestionarse las cosas, religiosas y políticas, que transmite a su hermano Francisco, para quien es un referente.
El amor, el sexo, las cuestiones de fe, son los motivos que más le hacen cavilar.
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