sábado, 28 de abril de 2018

EL LECTOR de Bernhard Schlink

El autor nos narra su experiencia como lector a los quince años y como amante de su oyente, una mujer de treinta y seis años que aprovechandose de su inocencia y de su recién despertada sexualidad lo manejaba a su antojo, incluido el chantaje emocional. Creyendose siempre firmemente enamorado.
Tras la desaparición de ella se siente perdido, desconcertado, abandonado. Ya finalizando su carrera de derecho en asistencia a un jucio junto a sus compañeros para prepararse para su futuro inmediato, comprueba que ella, Hamna, su amante oyente, es unas de las juzgadas como guardiana de los campos de concentración, voluntariamente ella había ingresado en las SS, era una NAZI.
Esto despierta en él los recuerdos, las vivencias junto a ella, pero sabe que ya no siente nada, aunque influye todo aquello que compartieron juntos en sus relaciones de pareja, su matrimonio y demás. Es condenada a cadena perpetua. En el juicio el protagonista descubre que ella es analfabeta y de ahí su afán de que le leyesen.
Lee en voz alta y hace gravación de la lectura de esos libros y junto a un casset se los envia a la prisión para que los escuche. Tras 18 años de encarcelamiento se le concede el indulto, por aquel entonces ella ya sabía leer y escribir por voluntad ferrea. Requerido por la directora de la prisión como única persona que contactaba con Hamna le invita a visitarla, y se encuentra con una mujer vieja, canosa, entrada en carnes, y que olía a ese olor caracterictico de los ancianos en las residencias.
Excelente prosa, un gran libro.

Pag. 133: No estamos hablando de la felicidad, sino de la dignidad y la liberetad.
Pag. 170: Pero el que huye no solo se marcha de un lugar, sino que llega a otro

No hay comentarios: