Bajo ese pseudónimo Encarna Aragoneses publica la mayoría de sus escritos, a pesar de sentirse más hombre que mujer nunca firmó nada con nombre de varón
Es esta narración un retrato de su propia vida, de como se sentía de niña, adolescente, y de mujer ya, chocando siempre su género con su sexualidad interior de la que tardó tiempo en darse cuenta.
Poco a poco va descubriendo desde su infancia todo el mecanismo de la procreación y del amor, cosa que le asquea.
Sufrió sobremanera a lo largo de su vida por su condición de homosexual, de niña ya la llamaban "chicazo".
Aunque muy joven se sintió atraída por las mujeres, María Luisa, personaje que creó para contar sus memorias, ignoraba lo que le sucedía.
Se casó pero sentía que era más un deber que otra cosa el complacer a su marido, luchaba conta sí misma para lograr ser buena madre, esposa y ama de casa, pero se sentía fuera de lugar, de ahí que la dedicatoria del libro dice así;
"A TODOS LOS QUE EQUIVOCARON SU CAMINO....Y AÚN ESTÁN A TIEMPO DE RECTIFICAR".
Para ella, a esas alturas de la vida, ya era tarde. Fue una mujer desdichada, no solo por su condición de lesbiana, también por los otros sufrimientos que la vida le deparó.
Su lucha interior, para luchar contra la persona que en realidad era, una invertida según los médicos de la época, la hicieron enfermar, y hasta pensar en el suicidio.
Su exilio, era interior, era el armario donde se encontraba, del que no debía salir.
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