La mente poderosa del autor nos lleva a no dejar la lectura, a desear volver la otra página. Mucha intriga y acción, mayoritariamente inesperada, esos dos personajes tan dispares y tan comprometidos a la vez, llegan a sentir verdadero afecto la una con el otro y viceversa.
Para Jon, bilbaino, el trabajar con Antonia es todo un reto, no solo por la alta inteligencia de ésta, también por la oportunidad que dicho trabajo le da para recuperar su puesto de inspector, pero conseguir que ella acepte es misión más imposible aún, su condición de homosexual es probable que le ayude en ello puesto que al ser así se siente más identificado con las mujeres, más cerca de su pensamiento.
Ambos personajes darán mucho juego a Juan Gómez, puesto que una vez creados se atreven a pensar y vivir por sí mism@s. Como la novela es de las calificadas como policiacas, comienza con un crimen por resolver y del que la prensa y la sociedad no debe ni puede tener conocimiento de ello.
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